Fotografías _ Iván Morán

La nueva propiedad de la vivienda nos plantea una intervención con un doble objetivo: redistribuir y ampliar el programa de la casa y actualizar su aspecto exterior para conseguir una composición más contemporánea. Nuestra propuesta pasa por repensar las fachadas como elementos espaciales y no como planos, mejorando la relación de cada estancia con el exterior y del volumen construido con la singular topografía de la parcela.

Trazamos un cuadrado de 32x32m capaz de “envolver” la vivienda y el acceso de vehículos. Con esta geometría simple y rotunda obtenemos una identidad claramente diferenciada de la fragmentación volumétrica original y además generamos 3 grandes patios en los espacios intermedios, cada uno de ellos con una orientación y programa de uso diferenciado. Un patio hacia la fachada principal/sur que sirve para escalar y jerarquizar el acceso principal, uno al oeste vinculado al nuevo aparcamiento de coches con entrada directa a la zona de servicio y otro al amanecer asociado a la cocina, la piscina y al porche de comidas planteado como un jardín interior de plantas aromáticas.

La traza del cuadrado se convierte en una celosía metálica que se desarrolla desde los aleros de la cubierta original para cubrir o acotar cada patio. La celosía se reviste como un pórtico para componer los nuevos alzados allí donde la topografía libera la vivienda hacia las vistas o al espléndido jardín. Para rematar la intervención se simplifica la solución de cubierta abuhardillada sobre el porche principal y salón incorporando una pieza claramente contemporánea que se reviste principalmente de zinc para favorecer una lectura cronológica adecuada.

La arquitectura definida como el espacio generado en torno a ella.