Fotografías_Iván Morán

El proyecto es un diálogo entre la tierra y el cielo, una conversación entre lo moderno y lo existente. Una vivienda unifamiliar que surge de la necesidad de refugio, pero también del deseo de habitar el paisaje, de ser parte de las montañas que abrazan Oviedo desde la distancia. Aquí, en una ladera que se inclina suavemente hacia el norte, se erige la casa como un observatorio íntimo, un puente entre lo humano y lo natural.

La topografía, con su pendiente moderada, invita a una orientación clara: la vivienda se abre hacia las montañas, hacia el horizonte frío y místico del norte. En su diseño, se busca el equilibrio entre la armonía con el entorno y la afirmación de una identidad propia, entre lo que se integra y lo que destaca. En un contexto arquitectónico dominado por las líneas cálidas y tradicionales de las casas de tejados inclinados y ladrillo acogedor, esta casa se revela como una escultura contemporánea, un manifiesto de modernidad.

Su volumetría angular, con formas puras y líneas rectas, es un juego geométrico que desafía la suavidad del paisaje. Un balcón en el segundo nivel parece flotar, suspendido en el aire como un pensamiento que aún no ha terminado de cristalizarse. Lo envuelve un velo de paneles perforados, una estructura metálica que respira luz y sombra, filtrando las miradas indiscretas y ofreciendo un refugio privado a quienes habitan sus estancias. Este velo es más que una protección; es un gesto poético, un abrazo sutil que otorga intimidad sin desconectarse del mundo exterior.

Las grandes aperturas al sur bañan de luz las estancias, dejando que el sol entre como un invitado constante, mientras que los huecos más pequeños al norte actúan como un contrapunto de silencio. Su disposición no es arbitraria: cada ventana, cada abertura, es una invitación a observar lo que importa, a enfocar la atención en la belleza esencial. Es un juego de llenos y vacíos, de vistas que revelan y espacios que ocultan, donde el espectador no solo habita la casa, sino que también es guiado a contemplar el paisaje y el paso del tiempo desde una nueva perspectiva.

Este proyecto no es solo una vivienda; es una respuesta arquitectónica que encuentra su poesía en la tensión entre lo moderno y lo natural, entre lo visible y lo sugerido.